martes, 10 de noviembre de 2009

reprimiendo impulsos



Todo comienza en un país distinto al que nací, me trasladé al él para vivir durante varios años. Conocí mucha cultura, gente, trapicheos, y descubrí situaciones que para nada eran de esperar. Un amigo que conocí allí muy culto, sabio y conocedor de sus entresijos me incitó a dejar constancia de los episodios en Marruecos, el país de la ley relativa. En el que pequeños sobornos, corrupciones insignificantes desde el punto de vista judicial son la base de la vida.( Lo que no incluye una gran cantidad de personas honradas, trabajadoras y dispuestas a hacer lo que en sus manos esté por ti, que nunca han hecho uso de esas posibilidades correctamente mal consideradas en el mundo occidental, de modo que al hablar de forma especial de las personas vernáculas del lugar excluiré a todas esas personas que pueden llamarse "gente como dios manda" )



La verdad es que me siento reprimido, voy a hablar de lo que no puedo hablar, de gente que no puedo mencionar, de lugares que no puedo precisar, de situaciones restringidas y "tabús" debido al tipo de gobierno de este país. Haré referencia a ellas por medio de un nombre, un ser, un transmisor de conocimientos de forma anónima: Michael Native, a quien nos referiremos como Mike. Él no tendrá inconveniente en revelar informaciones que podrían resultar privadas, entro metedoras o molestas. No creo que esto se pueda considerar una queja ni un motivo para infravalorar este maravilloso país que ha quedado un poco atrasado con respecto a Europa.



Una de las cosas que causan impresión es la diferencia entre los diferentes status and positions en la sociedad marroquí. Lo que fuera del vocabulario de académicos y diplomáticos quiere decir que se puede ver a cualquier ricachón parado en un semáforo en el coche lo más exclusivo que os podáis imaginar pero a la vez, a otro que no tiene absolutamente nada pidiéndole alguna ridiculez o simplemente vendiendo los chicles más baratos que podríamos encontrar, pañuelos y otras cosas por el estilo. Esto nos lleva a pensar si no podría repartirse de forma que el asunto estuviera más igualado.Pero no voy a entrar en asuntos en los que no tengo ni la más mínima repercusión, lo que no quita que posteriormente puedan llegar a tratarse.


E la otra cara de la moneda, encontramos una de las cosas que pueden llegar a enamorarte, el mar magrebí, donde adoro hacer surf temprano y donde comparto ratos muy agradables con amigos, familiares o conocidos, en él me siento a gusto, concentrado en las olas, en la tabla y en mí mismo, sensación de placer que se incrementa cuando la niebla o la lluvia invaden la costa. Pero no me voy a enrollar ya que esto es sólo una breve presentación o introducción a lo que contaré después, que espero que os guste o que por lo menos, que no sea tan coñazo como para que dejéis de leerlo cuando valláis por la mitad. Para cualquier comentario o petición os atenderé a los comentarios que podéis poner al final de cada entrada. mike

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